Andrea Santiago Orgaz
29 Abr 2022
Como muchos de nuestros clientes, una parte de nuestro equipo en Ding también sabe lo que se siente al trabajar en otro país, y los desafíos y recompensas que eso conlleva.
Álvaro se incorporó a Ding hace cuatro años en las oficinas centrales de Dublín, pero es de Madrid, España.
Alvaro en Irlanda, San Patricio
Crecí en la mejor ciudad de España. ¿Necesito decirte el nombre o sabes la respuesta?😅
Me crié en Madrid, la capital, en un pequeño barrio cerca del centro de la ciudad pero rodeado de naturaleza. Por las similitudes de esta vida entre la ciudad y el campo, Irlanda siempre me llamó mucho la atención y ¡ahora vivo aquí! Y por supuesto, mi casa está en una de las zonas más bonitas para vivir en Dublín: Malahide, situada a 14 km al norte de la ciudad. ¡Está llena de los parques más verdes que he visto nunca!
Tenía muchas razones para mudarme a Irlanda, pero te contaré una historia para resumir. Siempre quise aprender inglés. En España lo traducimos todo al español, pero me encantan las películas y quería escuchar las voces de los actores originales. Una vez, me encontré con unos amigos que hablaban y se reían en inglés con alguien de fuera mientras yo era incapaz de entender nada. A partir de ese día supe que no volvería a vivir esa situación. Sabía que en Madrid iba a ser muy difícil aprender el idioma, así que opté por la opción más drástica. Coger un avión e irme a Irlanda. También quería saber cómo es empezar de cero en un país donde no conocía a nadie y no entendía el idioma. ¡Era un gran reto! Elegí Irlanda porque es uno de los países más bonitos de Europa y mucha gente hablaba de la amabilidad de la gente de allí.
Álvaro en Malahide.
Viví algunas dificultades cuando me mudé al extranjero, y ahora que estoy a gusto aquí me río de todas ellas. Te voy a contar una anécdota muy corta 😊 Nada más llegar, estaba trabajando en un hotel como limpiador, y quise avisar a mi jefe que una de las habitaciones necesitaba pintura, pero en vez de pintura (paint), dije pinta (pint). ¡Fue un gran malentendido porque no sabía cuál era la diferencia! 😂 ¡Slainte!
Fue una experiencia increíble. No hubiera imaginado que mi empresa me dejaría ir a mi país de origen para trabajar desde allí antes del Covid. Siempre estaré agradecido por ello. Al principio, era raro trabajar desde el salón de mi casa mientras mi madre estaba cerca. Pero la experiencia fue genial. Pude pasar mucho tiempo con mi familia y mis amigos. Desde que me fui de Madrid hace unos años, había perdido un poco la conexión con algunos de mis amigos y pude pasar mucho tiempo con ellos 😊
He aprendido mucho trabajando en Ding. Nunca pensé que podría conocer tantas personas increíbles a las que admiro y a las que puedo llamar mis amigos. Cuando pienso en ello, sé que venir a Irlanda me hizo muy feliz. Y estar en esta empresa ha ayudado definitivamente a ello.
Compañeros de oficina en los premios del Servicio al Cliente en Dublín en 2019.
En mi caso, lo que más echo de menos son las tapas y el sol. Suena muy obvio pero es la verdad. La falta de sol es algo que ya tenía asumido antes de venir. Pero te hubieras reído si hubieras visto mi cara cuando pedí una cerveza aquí por primera vez, y esperaba que me trajeran una tapa y nunca apareció, ¡fue muy duro! 😂 Bromas aparte, echo mucho de menos a mi familia y amigos, sobre todo a mis abuelos. Cuando veo que se hacen mayores, me doy cuenta de que la vida pasa muy rápido. Echo de menos pasar tiempo con ellos y comer los increíbles guisos de mi abuela.
Ahora mismo estoy muy feliz en Malahide. Si las cosas cambian o tengo que mudarme de esta casa, me lo pensaría. ¿Quién sabe?
Creo que he elegido el mejor momento para irme al extranjero. Es súper fácil estar en contacto con los amigos y la familia desde tan lejos. Hablo con ellos casi todos los días, especialmente a través de llamadas y videollamadas.
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